GAFAS DE CERCA: March 2007

GAFAS DE CERCA

Sunday, March 25, 2007

LOS TRES CERDITOS Y EL DESAMOR FEROZ

Había una vez en un país muy lejano, tres cerditos, los cuales después de vivir una feliz niñez de pata negra, y una vez consumada una prolongada adolescencia, conocieron a sus respectivas cerditas, y decidieron hacerse sus casitas para vivir felices y comer perdices, y, para que el lobo malo, con sus disfraces de soledad y aburrimiento no se los comiera vivos.
Pero los pobres cerditos no sabían que el lobo tiene muchos disfraces, algunos tan horrorosos y variados como el disfraz de rutina, el disfraz de incomunicación, el disfraz de desencanto, y así muchísimos más que emplearía para derrumbar las casitas una vez construidas.

El primero de los cerditos, llamémosle Cayetano, se buscó una Cayetana y edificaron una casita de paja. Tenía prisa Cayetano por hacer su casita, no tenía mucho tiempo ni paciencia, y le urgía la necesidad de no estar solo, y de tener todas la noches jaleíllo con su Cayetana, la cual pasaría a ser de su propiedad, para siempre feliz esposa, esposa esposada. Pensaba ilusionado Cayetano que Cayetana no miraría a más cerdito que a él, que le consideraría el cerdito de su vida, y además, ¡era tan buena y tan guapa su Cayetana!
Pero el lobo se puso disfraces tan terribles como la desilusión y el desencanto, y cuando Cayetano y Cayetana vivieron juntos día y noche, día y noche, día y noche, a Cayetano le pareció que Cayetana ya o era tan buena ni tan guapa, que la vida era muy larga para estar siempre junto a Cayetana, y el mundo muy grande para estar siempre en su casita de paja, y ella se dio cuenta que había más cerditos en el mundo, y se hicieron mutuamente daño, y hubo gritos, tensiones, y, como diría Sabina, mucho ruido. Y, no sé si cada uno tiró por su lado, o si, por el contrario, Dios no lo quisiera o quisiese, continuaron así toda la vida.

El segundo cerdito, el cerdito B, o para que no suene tan matemático –al fin y al cabo esto es un cuento-, llamémosle Anacleto, hizo con Anacleta, una casita de madera. Se lo trabajaron un poco más que los señores Cayetanos, la verdad; mucha conversación y mucho conocerse. Pero el lobo tiene un disfraz todopoderoso que se llama rutina, y que además cuenta con un aliado indestructible: el tiempo. Y, con ese disfraz se mete por debajo de las puertas, por las rendijas, por los agujeros de las cerraduras....Y Anacleto y Anacleta hicieron una vida demasiado en común, y tanta comunión hizo que él fuera menos él, y ella menos ella, y ella quería que él fuera como ella quería que fuera él, y él quería que ella fuera como él quería que fuera ella, y él no quería ser como ella quería que fuera, pero a veces lo intentaba y dejaba de ser como él quería ser. Y a ella le pasaba lo mismo. Y tuvieron hijos, y cultivaron plantas, y se hicieron un seguro de vida. Y se querían y todo. Pero a veces él, en silencio, tenía la sensación de que sus días eran todos iguales, y ella, en silencio, se preguntaba si eso iba a ser todo, y no podía dejar de pensar que la palabra Marido venía de mar-ido, y que a ella se le había ido el mar para siempre. O, como diría Silvio, había perdido su Unicornio azul.
Y, no sé, la verdad, si al final, después de pasarlo muy mal, y de un final doloroso se separaron con abogado y líos, o si, por el contrario, Dios no permitiera ni permitiese, continuaron así toda la vida.

Y así llegamos al tercer cerdito, al que llamaremos Pancracio. Pancracio y Pancracia, como ya todos se imaginarán se hicieron la casita de ladrillos, que el lobo pese a utilizar todos sus disfraces, no pudo derrumbar.
Pancracio y Pancracia tuvieron mucha paciencia. Imagínense, ladrillo a ladrillo...Mientras veían a Cayetano y Cayetana y a Anacleto y Anacleta cómodamente asentados en sus efímeras casitas, ellos ponían un ladrillito tras otro con mucha lentitud, algo cansados, porque nunca le veían el final. Pero no perdían la ilusión, y la ilusión les duró mucho tiempo, porque bien es sabido que es precisamente lo que no conseguimos fácilmente lo que más ilusión nos provoca.
Pusieron muchos ladrillitos: uno de sinceridad, otro de respeto, otro de amistad, otro de cariño, otro de complicidad, otro de empatía...Utilizaron un cemento especial fabricado de miradas y sonrisas, de pasionales besos, de pensamientos y sentimientos comunes, de momentos compartidos plácidamente, de deseo, y luego le dieron una manita de pintura hecha de sensibilidad. Adornaron la casa con muchas cosas bonitas: sueños, risas, música, poesía, aprendizajes, bromas, abrazos, pasión. Y lunas llenas. Y, mucho, mucho, cariño. Y, una vez instalados en la casa ni Pancracio ni Pancracia hablaron de pertenecerse, ni de eternidad, porque los dos eran muy inteligentes y sabían que todo lo que empieza acaba, hasta la vida.
Y Pancracio no quiso cambiar a Pancracia, y Pancracia no quiso cambiar a Pancracio, y nunca perdieron de vista que eran dos personas diferentes, completas en sí mismas, juntas pero no revueltas, compartiendo pero sin anularse, siempre conservando su parcela de libertad...
Y, quizás por eso fueron felices mientras duró, y nunca el lobo, con ninguno de sus disfraces pudo tirar la casa abajo porque estaba muy bien construida.
Lo que no quiere decir que ellos se quedaran o quedasen allí para siempre. Puede que sí, pero puede también que no, y que algún día Pancracio y Pancracia, por decisión propia, se despidieran con lágrimas en los ojos, pero sabiendo que habían construido en común, durante un tiempo, una de las casitas más fuertes de todos los cuentos, y que eso, siempre quedaría guardado en sus corazones.

Moraleja: hay pocas personas que puedan cantar alegremente “quién teme al lobo feroz”, porque Pancracios y Pancracias hay pocos en el mundo (sólo hay que mirar alrededor).

También hay cerditos que no entran al trapo de hacer casitas, pero eso lo dejamos para otro cuento...

Y, colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

Saturday, March 17, 2007

JUANITO




Hacia el once o doce de agosto llegaban siempre. Año tras año.
Y, cada año, Juanito venía más alto, un poquito mayor.
Era rubio, los ojos azules, la piel muy curtida por el sol, y esa viveza que le daba el andar siempre de pueblo en pueblo, de feria en feria.
El tiro al blanco de los padres de Juanito era azul y blanco, había que demostrar la puntería derribando palillos de dientes, tres palillos derribados y te daban el premio: un llavero, una botellita de anís, un peluche polvoriento, cosas así...
Juanito tenia dos hermanos y una hermana, pero el preferido de la niña, su amigo, era sin duda Juanito.
En cuanto llegaban y levantaban el tiro y su “casa” ambulante, Juanito y la niña se iban por ahí a jugar, a montar en bicicleta, a tirarse desde el muelle haciendo “la bomba”, a coger cangrejos, a cruzar a nado a la otra banda.....
A Juanito le llamaba la atención lo que no tenía: la bicicleta de la niña, sus juguetes, el agua corriente, los libros... A la niña lo que le gustaba era lo que tenía Juanito: las fichas gratis para montar en la noria, en la ola, en los coches topes. Y, cómo no, tirar en el tiro al blanco de Juanito, ese tiro al blanco que por la parte de atrás era una improvisada casa que olía a agua sucia, a tierra mojada, y en la cual dormían por las mañanas sobre colchones tirados en el suelo.
Cuando llegaba el día quince, y ponían la cucaña, y pasaba la Virgen del Carmen por delante de la feria y de la casa de la niña ( pegadas estaban una a otra), y luego, por la noche los fuegos artificiales iluminaban las aguas y los cielos, la niña sabía que la feria tocaba a su fin.
Cada año se llenaba de melancolía, de nostalgia, cuando empezaban a desmontar las atracciones, y sentía un gran vacío interior.
Se decían adiós, hasta el año que viene, y la niña trataba de imaginarse a Juanito en invierno, pero no podía. Juanito era un ser de agosto, y nada más que de agosto.
Juanito y la niña fueron creciendo, y hubo un año en que Juanito y su familia se fueron de Punta Umbría y no volvieron más. Tal vez habían cambiado de ruta, tal vez habían cambiado de oficio, tal vez habían prosperado. Quién sabe.
Pero la niña, en cada feria siguió buscando con la mirada a Juanito, y cada vez que pasaba delante de un tiro al blanco no podía evitar volverse para ver si era blanco y azul.

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Sunday, March 11, 2007

TENGO QUE HACER MUCHAS COSAS


Tengo aún que hacer
muchas cosas:
leer todos los libros
que me enganchen,
hacer de una vez
el bizcocho de limón,
volver a París.

Aún tengo que hacer
algunas cosas:
seguir cuidando
de los míos,
ir al cine
los sábados,
acompañar a mi madre.

Hacerle poemas
a mi sobrina Candela,
regar a mis hijos de amor
para que crezcan
-por dentro-,
santificar las fiestas,
seguir aprendiendo.

Hablar un día con Juanmi
como si no lleváramos
veinticinco años juntos,
escuchar nuevas canciones,
emocionarme,
reirme a carcajadas,
sonreir.

Me quedan muchas cosas
que hacer aún:
colgar cientos de cosas
nuevas, en mi blog;
leer, por fin, la vida
de Santa Teresa,
recrearme en Bécker.

Ver como acaban
algunas historias de amor,
tener por fin ordenados
todos los cajones,
seguir buscando, y
encontrando a Dios,
caminar por la playa.

Quiero tiempo, tiempo, tiempo,
¡tengo tanto que hacer!
Publicar mis poemas,
lograr nadar más a menudo,
ver mil puestas de sol
(por lo menos...),
hacer millones de fotos.

Escribir billones de versos,
no enfadarme casi nunca,
aprender a ser más tolerante...
conmigo misma;
no sentirme culpable
a cada paso que doy.
Dar muchos muchos besos.

Escuchar a mis amigos,
aprender a hablar más suave,
ir a las Islas Griegas
con mis varones,
ser capaz de no hacer nada,
dehacerme de lo que no vale,
perder el miedo al miedo.

No dejar nunca de
valorar lo que tengo,
no dejar nunca de
dar las gracias al nuevo día,
no dejar nunca de
buscar y buscar.

Poner por fin un marco
nuevo a la Desiderata,
salir al campo
con más frecuencia,
tener más constancia
cuando tomo decisiones,
contemplar las estrellas.

Tengo que hacer muchas cosas:
Perder el miedo a la muerte.
Entender.

Saturday, March 10, 2007

PROTAGONISMO ABSOLUTO



Hoy, el protagonista absoluto de este país llamado España, lo tiene un ¿señor? cuyo única distinición es la crueldad. Y tiene este protagonismo gracias a la torpeza, al afán de votos, al partidismo,a la falta de profesionalidad, al hecho de anteponer sus propios intereses, a la cobardía, a la ineptitud de los políticos españoles.
Entre todos ,le han dado un gran triunfo: protagonismo, interés informatimo, popularidad...Todo un país hablando de él, todo un país enfrentado por él y por esa organización de cuyo nombre no quiero acordarme (ni escribir aquí).
No hay mejor castigo que la ignorancia, ni mejor premio que la atención.
Estará contento -contento, libre y comiendo- , él y toda su corte.
Yo, no.

Sunday, March 04, 2007

VIAJE DE MI HERMANO

Voy a hacer un excepción, y esta vez no voy a colgar ningún poema .
Quiero compartir hoy con vosotros las fotos que ha hecho mi hermano, que ha estado viajando por Tanzania y por Kenia y volvió hace unos días. Son muy interesantes.Las he colgado en el Flickr para que las veais, si os apetece, espero que os gusten tanto como a mí.

Ah, y gracias a ti, Luichi, por tu arte a la hora de captar imágenes, y por tus anécdotas. Para mí, que nunca iré a esos sitios que vas tú, porque soy mucho más miedosa, que tú lo hagas es una forma especial de conocerlos.

Ahí va una muestra:




Escuela





Kilimanjaro



Massai