..........A Isa, a Juangui, mis otros "dos de julio"
Era un dos de julio en una mañana tranquila en una Punta Umbría remota y paradisiaca, de arenas blancas y finas, aislada, sólo conectada con el exterior mediante una canoa que hacía su recorrido lentamente, como si jamás hubiese existido la prisa.
No dio tiempo de llegar a Huelva. Nací en mitad de la ría, entre Huelva y Punta, no soy de ningún lado, o soy de los dos sitios. Prefiero esta última opción.
El primer olor que percibí con la primera bocanada fue el olor a bajamar, redes húmedas, cangrejos y algas. Salieron a recibirme los viejos marineros que tripulaban la canoa, puntumbrieños de pura cepa.
Qué bien, qué suerte tuve con semejantes comienzos….
Luego, fueron pasando los años lentamente al principio, cargados de emociones y sensaciones, la vida era un parque de atracciones, los colores y los olores eran intensos, todo era nuevo.
Al principio entre un dos de julio y el siguiente, pasaba mucho mucho tiempo, y sucedían muchas cosas. Luego, la aventura de vivir se fue haciendo más rápida, y luego se hizo rapidísima.
Ahora, me empeño en enlentecerla otra vez. En vivir cada día como si fuera una vida. En volver a ver a la vida como el parque de atracciones que fue antaño. Huyo de formalismos, pólizas y seguros de vida . Lo único seguro es que esto se acaba. O no. Bueno, en cualquier caso, huyo de las convenciones, de las cortapisas y de todo lo que vaya en contra de vivir mi vida con intensidad y libertad. Con amor. Con entusiasmo.
Hoy es de nuevo dos de julio. Respiro, y aspiro el aroma de la bajamar de Punta Umbría, ese olor que siempre me acompaña, que forma parte de mis pituitarias emocionales.
Miro la canoa pasar por la ría, ese mi lugar en el mundo. ¿Ha pasado mucho tiempo? ¿Qué es el tiempo? ¿Soy yo ahora la que nació tal día como hoy…?
Antonio Machado, mi sabio, mi maestro, dijo, en su paso por este mundo: hoy es siempre todavía.
Hoy es siempre, hoy es siempre, me repito, mientras oigo el run run de los barcos que se alejan hacia alta mar, entre el vuelo atemporal de las gaviotas de este mi pueblo.
Hoy es siempre, hoy es siempre…..todavía
Vivir.
Andar plácidamente
entre la angustia y la calma,
como si no hubiera diferencia.
Saber que todo pasa.
Vivir.
Zambullirse en el amor
sin chaleco salvavida,
pero siempre nadando,
sobreviviendo siempre.
Vivir.
Abrir los ojos a nuevas ciudades
y caminos,
a la naturaleza,
al arte.
Vivir.
Dejarse la piel con los compañeros
de este camino
llamado vida.
Encontrar fórmulas
para no dañar nunca.
Saber que nada es para siempre.
Que nuestro cuerpo es sólo un envase.
Que cada uno escribe su vida.
Caminar contracorriente,
si es preciso.
Vivir.
Pintar la vida de colores.
Imaginar que todo es posible.
Buscar nuevos retos cada día.
Ilusionarse.
Comprometerse con la vida.
Vivir,
como si todo pasase. 
