MI PENA Y YO
Paseo un poquitín de pena
de aquí para allá,
la llevo conmigo al trabajo,
de aquí para allá,
la llevo conmigo al trabajo,
la traigo de vuelta,
se tumba junto a mí cuando descanso.
Amenaza mi invisible pena
con hacerse grande,
se pone bravucona en el ocaso,
pero yo la combato
con tertulias familiares,
con un rato de facebook,
con lecturas…
Cenamos con una cerveza,
y nos dormimos juntas;
le hago jurarme antes
que no se meterá en mis sueños.
Pero no siempre me hace caso.
Y es por eso que hay mañanas
que nos levantamos enfadadas
mi pena y yo.
La llevo bien oculta,
guardada, bien guardada,
en la funda del móvil
en el corazón,
con nombre de usuario
y contraseña inimaginables.
Tras una sonrisa.
Siempre va conmigo,
y sin embargo,
nadie parece percatarse.
Lo único que le deseo
es que se independice de mí pronto,
y busque otro ser
con quién hacer la simbiosis,
esa maldita simbiosis
a la que tanta afición tienen
las penitas pequeñas….
se tumba junto a mí cuando descanso.
Amenaza mi invisible pena
con hacerse grande,
se pone bravucona en el ocaso,
pero yo la combato
con tertulias familiares,
con un rato de facebook,
con lecturas…
Cenamos con una cerveza,
y nos dormimos juntas;
le hago jurarme antes
que no se meterá en mis sueños.
Pero no siempre me hace caso.
Y es por eso que hay mañanas
que nos levantamos enfadadas
mi pena y yo.
La llevo bien oculta,
guardada, bien guardada,
en la funda del móvil
en el corazón,
con nombre de usuario
y contraseña inimaginables.
Tras una sonrisa.
Siempre va conmigo,
y sin embargo,
nadie parece percatarse.
Lo único que le deseo
es que se independice de mí pronto,
y busque otro ser
con quién hacer la simbiosis,
esa maldita simbiosis
a la que tanta afición tienen
las penitas pequeñas….